Los avances sin precedentes del conocimiento Científico y Tecnológico de los últimos siglos continúan incrementándose, con el gran
potencial de mejorar la calidad de vida de la población del mundo y con
profundas implicaciones para la economía global. La experiencia a través de los
años ha demostrado que es impensable desligar el desarrollo socioeconómico y
cultural de un país de sus avances en ciencia y tecnología, o de su aplicación
para resolver sus problemas más importantes.
A pesar de estas posibilidades, sólo parte de la
población del mundo se ha beneficiado de los avances de la Ciencia y Tecnología
y de la mejora de la calidad de vida. El aumento de la pobreza en el mundo, la
que es experimentada por 1,300 millones de personas, pone en evidencia que las
actuales estrategias de desarrollo no han tenido los resultados deseados. Por
ello, resulta crucial que tanto los países grandes y pequeños, como los ricos y
pobres se valgan de la ciencia, la tecnología y la innovación como elementos
sustantivos para sus estrategias de desarrollo, de reducción de la pobreza y de
construcción de la Sociedad del Conocimiento (Conte, 2006).
Hoy día los humanos que habitan el planeta Tierra no
podrían vivir sin la ciencia y la tecnología. Ya que la necesitamos para
generar el alimento, medicinas, textiles, transportes, viviendas, comunicación,
educación, otros. Por otra parte se debe de educar a los ciudadanos que esta es
un herramienta a la cual se le debe de dar uso correcto para obtener un
beneficio, porque de lo contrario podría ser un riesgo para la humanidad
(Arana, 2005).
Actualmente se debe de trabajar para promover a nuestras futuras generaciones una Educación Científica de calidad, que los prepare para los retos a los que se van a enfrentar como futuros ciudadanos y principalmente que hagan uso de esta de una manera positiva para que el país en general no salga con consecuencias negativas.
Es por tanto a que el contexto internacional exige que los jóvenes se encuentren preparados para enfrentar los avances científicos y tecnológicos, la Educación Científica se debe de ver reforzada y fortalecida para que prepara a las generaciones, promocionando el pensamiento científico, basándose en la experimentación de manera que el estudiante además de construir el mismo y la proposición de soluciones que permitan una mejora de sus competencias como lo muestra el siguiente vídeo.
Referencias
Arana, M. (2005). La educación científico-tecnológica desde los estudios
de ciencia, tecnología, sociedad e innovación. Bogotá, Colombia.: Tabula Rasa. Recuperado
de file:///C:/Users/Melissa/Downloads/La_educacion_cientifica_y_tecnologcia_desde_los_estudios_de_CTS_e_innovacion%20(3).pdf
Conte, M. (2006). Ciencia, Tecnología, Ingeniería e Innovación para el
Desarrollo Una Visión para las Américas en el Siglo XXI. Washington, USA.
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